Me pregunto qué es conveniente enseñar en los centros educativos. Pienso que podría ser una combinación de hechos por un lado, de estímulos para que la otra parte llegue a sus propias conclusiones... y de más estímulos para que cuestione estas mismas conclusiones por otro.
Una y otra vez a lo largo de la historia se comprueba que lo que se tenía por seguro en realidad no lo era. Esto ha sucedido con asuntos que parecían evidentes: el carácter absoluto del tiempo, la posibilidad de medir algo con cualquier precisión, la posición central de la Tierra en el cosmos, la supuesta gran diferencia entre un hombre y un simio… ¿No es esto una buena razón para cuestionar lo que hoy da uno por seguro?
Otra razón para hacerlo es la posibilidad de que muchos de los problemas con los que hoy nos enfrentamos se deriven precisamente de la aplicación de principios erróneos que no se han reconocido como tales, principios que además no se investigan ni se cuestionan.
Una persona necesita conocimientos para vivir, y quizá también creencias. Además de proporcionar los primeros, la educación debería servir también para invitar a ser muy consciente de las fronteras entre unos y otras, a saber reconocer qué son hechos y qué no, y a extraer las consecuencias. Sería una tragedia que muchos de los sufrimientos de los hombres vinieran por mantener creencias que ninguno de ellos ha comprobado ni comprendido, creencias que se convierten en regentes de muchos aspectos de la vida cuando quizá paradójicamente ni siquiera se correspondan con los hechos.
Cualquiera puede comprender la utilidad inmediata del conocimiento de hechos frente a las creencias, y por tanto habrá que buscar en ciertas necesidades psicológicas el origen del fomento de las mismas. La necesidad de suprimir el miedo a lo desconocido es una de ellas. Ahora bien, si el miedo desapareciera sin intervención de las creencias, también desaparecería la necesidad de éstas para evitarlo, y con ello también el riesgo de introducir un desorden esencial en la vida.
Considero por ahora que el análisis de estas cuestiones es fundamental en la educación de los hombres.